

Trepados en el techo del autoferro, mi primo Camilo y yo grabamos las dos rutas aún existentes: Quito-El Boliche, y Riobamba-Nariz del Diablo.
Entrevistamos a brequeros y trabajadores de los Ferrocarriles Nacionales.
En la estación de Guamote, en Chimborazo, entrevistamos a una de las vendedoras de tortillas. Hemos comido esas tortillas por años, y ella nos contó como ha ido muriendo el tren, y a la vez, los pueblos que dependen del mismo.
El tren hace sus recorridos tradicionales durante los meses de verano. En los meses de invierno, toma su lugar el autoferro. Incontables veces hemos viajado en el techo del tren a la Nariz del Diablo o a Alausí, la diferencia es que esta vez lo haciamos para grabar y convertir esas experiencias en algo más tangible y propenso a ser apreciado por otros.

